IDEAS TUYAS: SEGUNDO PRIMERA

En los cuentos policiales, como en la vida real, las pistas que deja el ladrón o el asesino se tornan fundamentales para el detective, ya que se vale de ellas para descubrir cómo sucedieron los hechos.

Los alumnos estuvieron trabajando y leyendo cuentos policiales. A modo de cierre de este tema, se les propuso que por grupos trajeran un objeto. En clase colocaron todos los objetos en una caja, se mezclaron. Los chicos en grupos extrajeron un objeto al azar y con él debían escribir un cuento policial. El objeto era el disparador de todo el relato.

Aquí compartimos sus producciones

Objeto: un par de anteojos de sol

Una tarde en las playas de Miami, Susana estaba acostada tomando sol con sus anteojos de oro. De repente, un malhechor le roba los anteojos. Los policías no lo pudieron atrapar.

Al día siguiente por la noche, Susana sale sola y se dirige al casino. En el camino ve al posible malhechor y comienza a correrlo. El hombre saca su pistola, y le dispara a Susana. Ella cae muerta.

Al otro día, un policía la descubre muerta en el medio de la calle y llama a un detective, Gianluca. Este famoso detective llega rápidamente al lugar y toma las huellas digitales que tenia el cuerpo de la victima. Los análisis pusieron de relieve que el asesino era el exmarido de Susana.

Lucas Ravida

El asesinato de la Profesora de Francés

Objeto de la consigna: un cable

Era una mañana fría en la ciudad de Praga. Yo desperté y me di cuenta que mi hermano, el detective Salvi, ya se había despertado y había salido a la calle en busca de un nuevo crimen que resolver.

A las once de la mañana, regresó corriendo con una noticia para darme:

- ¡Hay un nuevo crimen en Praga!

- ¿Por eso tanto entusiasmo? – le pregunté

- ¡Aja! Se trata del asesinato de una profesora de francés del Colegio Franco - argentino. Su apellido es Tartuf. Fue asesinada con tremenda brutalidad en la madrugada de hoy en su estudio- me explico mi hermano- hoy, bien temprano, se comunicó conmigo el director del Colegio Franco-argentino para que investigara la escena del crimen.

- ¿Qué viste?- le pregunté yo, intrigado.

_ Yo te lo voy a explicar. Para eso soy detective ¿no?- me contestó

“Cuando llegue al estudio de la profesora, estaba el director y la policía. Les pedí que se retiraran para no contaminar la escena del crimen con huellas. La mujer tenía el cable de un joystick alrededor del cuello y con marcas de latigazos del cable por todo el cuerpo.

Todo indica que el asesino fue un alumno furioso, ya que algunos testigos me comentaron que la profesora era muy exigente. Sus alumnos no estudiaban, por eso, tenían notas bajas. Ellos protestaban, pero no se daban cuenta que si no estudiaban, perderían la beca para ingresar a la universidad.

- ¿Tenés idea de quién es el asesino?- le consulté a mi hermano, Salvi.

- Sí, hermano. Investigando a los alumnos con notas bajas descubrí que el nombre del alumno Gregor Estrifu era el mismo que tenia la prueba, que estaba corrigiendo la profesora el día de su muerte. La prueba tenia un enorme “10” sobre el margen derecho de la hoja. Esto indica que el asesino obligó a la profesora a que lo calificara con esta nota en el examen.

- Pero ¿estás seguro que este tal Gregor Estrifu es el asesino?

- No lo estaba, hasta que investigué acerca del cable utilizado por el asesino para matar a la profesora. Es el mismo cable de joystik que compran los niños ricos. Estos cables están rellenos de oro por dentro. Niños como Gregor, el asesino de la profesora de francés.

Facundo Salvi y Cristian Avila

La foto de Benjamín

Objeto de la consigna: una fotografía de un niño.

Un día de frío invierno del año 1997 en Lobería, el Departamento de Policía recibió la llamada de uno padres desesperados que denunciaban la desaparición de su hijo de un año de edad llamado Benjamín.

El comisario decidió dejar a cargo del cado al detective Julián Pérez. Este sagaz hombre fue a la casa del niño para ver si encontraba alguna pista que colaborara con la investigación.

Primero, les preguntó a los padres de Benjamín qué estaban haciendo en el momento en que el niño desapareció. El padre dijo que se estaba bañando y la madre estaba cocinando y había dejado al bebé en cuna. Cuando la mujer volvió a verlo, Benjamín ya había desaparecido. En el cuna había una carta que decía: “si quieren volver a ver a Benjamín, depositen 250.000 pesos en el basurero de la otra calle a las 18 hs”

Julián Perez tomó la carta y una foto del niño. Fue a ver a un perito calígrafo llamado Agustín Gigena. Ese experto analizó la letra de la carta y descubrió que el secuestrador se encontraba mal psicológicamente y que necesitaba secuestrar niños para que las demás personas sintieran el dolor de perder un hijo, porque Agustín Gigena estableció que el malviviente había perdido su hijo.

El detective Julián Pérez volvió a la calle y deambuló con su auto. De golpe, vio en la calle a un niño que iba en un auto negro. Ese niño era igual al de la foto. Julián lo siguió con sigilo. El auto negro se detuvo en una casa. Cuando bajaron al niño, el detective se dio cuenta que era Benjamín y llamó a la policía. Rápidamente, llegaron los móviles policiales que hallaron la casa. El secuestrador ya tenían pedido de captura porque había secuestrado a otros niños.

Gracias a los expertos Julián Pérez y Agustín Gigena, el pequeño regresó a su casa sano y salvo.

Julián Pérez y Agustin Gigena

La persona interesada

Objeto elegido de la consigna: un CD

Era un día de primavera en Nueva York. Yo miraba las nubes, mientras fumaba un cigarrillo sentado en una plaza. Estaba esperando a mi cliente. Se estarán preguntando quién soy yo y qué está pasando. Bueno, yo se los voy a explicar:

Mi nombre es Vic Battlehead y soy un militar retirado. Ahora soy taxista. Ustedes saben que la economía es mala, así que me dedico a hacer otros “trabajos”, es decir, “eliminando” personas. Hace un tiempo, me tocó ir contra mis reglas y hacer un trabajo casi detectivesco.

Héctor Maxwell, es le jefe fundador de Slayer S.A., una compañía que fabrica psicofármacos, pero en secreto es una lavadora de dinero para la mafia china.

Todos los datos de la cuenta común de los acusados están en un CD’s que fue robado por Joseph Demarco, un ex-empleado de Maxwell que conocía de todos los movimientos de la compañía y el secreto que guardaba.

Si la policía entraba en conocimiento acerca del CD encontraría los billetes de la mafia y podrían arrestar a Héctor Maxwell. Yo debía intervenir para que esto no suceda.

Esperé veintisiete minutos y apareció un hombre de traje que me entregó un sobre. Lo rompí y me encontré con una nota que decía: “Galería del Norte.” “El Cd lo tiene siempre con él”

Yo sabía qué tenia que hacer:

Llegué al lugar y logré colarme entre la gente. No encontré a Demarco pero vi a una mujer y se puso a hablar por teléfono. Logre acercarme sin que se diera cuenta y escuchٞ lo que decía: “mantenelo ahí”. Entré en pánico y directamente activé la alarma de incendio . Debido al caos que se armó, logée salir. Ya en la calle, recibí una llamado de Maxwell que me dijo:

- Está a tres cuadras.

- Ya sé qué hacer- le respondí

Crucé la calle rápidamente y abrí la caja metálica del semáforo. Cuando lo vi asomarse con el auto, cambié los colores de señalización, provocando un choque. El auto de Demarco quedó volcado y él herido adentro. Abrí la puerta del auto y saqué el CD que estaba en la guantera. Lo guardé en mi bolsillo y después le partí el cuello a Demarco. Murió casi inmediatamente.

Al día siguiente, Maxwell me buscó y me pagó por el trabajo.

Yo le entregue el CD y él se fue.

La persona interesada en el CD no podría conseguirlo hasta el siguiente robo.

Walter Estonllo

Tenista secuestrado

Objeto de la consigna: pelota de tenis

Enero. Comienza el torneo más esperado pro todos los jugadores: el Gran Slam ESPN. En este torneo participarán más de 22 concursantes. Son jugadores con más chances de ganar son Roger Nadal, Rafael Federer, David del Potro y Juan Martin Nalbandian.

Todos sabían que podía suceder un hecho desastroso, teniendo en cuenta que David del Potro era un ex-presidiario-

A la final del torneo, llegaron dos grandes jugadores: David del Potro y Roser Nadal. Pero una semana antes de la gran final, se rumoreaba que algo malo le iba a ocurrir a David del Potro.

El día del partido final se dio a conocer una terrible noticia: David del Potro había desaparecido.

Los organizadores del torneo decidieron llamar a elegante e inteligente detective llamado James B. este detective comienza a buscar pistas. Cuando se dirige al vestuario, se encontró con manchas de sangre en una remera del jugador del Potro. El detective James llevo la sangre a un centro de análisis de alta complejidad. Los expertos le dijeron al detective que la sangre no pertenecía a David del Potro, sino a alguien que había compartido la cárcel con él.

James se dirigió a la cárcel. Allí compara las muestras con aquellas que tiene registradas en el laboratorio de la cárcel. Y descubre algo asombroso: la sangre pertenece a Germán Mónaco, quien también había dejado la cárcel hacia poco tiempo. Germán había intentado participar del Gran Slam pero sin éxito.

James se dirige rápidamente al domicilio de Mónaco y allí se encontraba Del Potro amarrado y con una pelota de tenis en la mano. Germán Mónaco declaro que no querría que del Potro ganara ya que ambos habían sido amigos en la cárcel y no estaba dispuesto a perder esa amistad.

A Del Potro nada le importó, volvió a la competencia pero perdió la final.

Gianluca Caruso y Nicolás Gotte